Los años posteriores a la revolución de 1917 estuvieron marcados por la guerra civil y las reformas destinadas a la creación del estado soviético.
Guerra civil rusa, 1918-1920: este conflicto fue provocado por una serie de protestas obreras, en contra del gobierno bolchevique. Paralelamente, las fuerzas militares de Francia, Inglaterra, Japón y Estados Unidos, invadieron Rusia, creando el Ejército Blanco.
Los bolcheviques crearon el Ejército Rojo, encabezado por Trotski, para combatir las fuerzas extranjeras, y endurecieron la represión en contra de movimientos obreros adversarios.
La victoria bolchevique en 1920 puso a los comunistas como el único partido en el poder.
Nueva política económica (NEP): la revolución de 1917 y la guerra civil volcaron la economía rusa al borde de la ruina.
Tras la guerra civil, los bolcheviques inauguraron un nuevo plan, cuyo autor fue Preobrazhenski (considerado el Keynes ruso). Este plan fue la nueva política económica (1923) que, en rigor, estableció una economía mixta, en la que el sector estatal manejaba el 90% de la economía en los sectores considerados estratégicos (industria, comercio exterior, transportes, recursos energéticos y banca). Además, se permitió el desarrollo de inversión capitalista en la pequeña y mediana empresa.
También, el plan inauguró una fase de la economía rusa en la que el Estado, el que establecía las metas para la economía. Así nació el método de la planificación estatal imperativa.
El plan fue criticado por sectores del bolchevismo. Entre otros, Trotski calificó a este sistema, en forma irónica, como “capitalismo de Estado”.
Nace la Unión Soviética: la Constitución de 1923 estableció las bases del Estado soviético.
El Estado fue proclamado como Unión de Repúblicas socialistas Soviéticas (URSS); el Partido comunista fue establecido como el único partido legal (inaugurando el Régimen de Partido Único) y el poder estatal pasó a residir en tres instituciones: el congreso de los Soviets (de convocatoria anual), el Comité Central o Soviet Supremo (parecido a los parlamentos occidentales) y el Presídium, equivalente al poder ejecutivo.
Guerra civil rusa, 1918-1920: este conflicto fue provocado por una serie de protestas obreras, en contra del gobierno bolchevique. Paralelamente, las fuerzas militares de Francia, Inglaterra, Japón y Estados Unidos, invadieron Rusia, creando el Ejército Blanco.
Intervención extranjera a la Rusa revolucionaria. |
La victoria bolchevique en 1920 puso a los comunistas como el único partido en el poder.
Nueva política económica (NEP): la revolución de 1917 y la guerra civil volcaron la economía rusa al borde de la ruina.
Tras la guerra civil, los bolcheviques inauguraron un nuevo plan, cuyo autor fue Preobrazhenski (considerado el Keynes ruso). Este plan fue la nueva política económica (1923) que, en rigor, estableció una economía mixta, en la que el sector estatal manejaba el 90% de la economía en los sectores considerados estratégicos (industria, comercio exterior, transportes, recursos energéticos y banca). Además, se permitió el desarrollo de inversión capitalista en la pequeña y mediana empresa.
También, el plan inauguró una fase de la economía rusa en la que el Estado, el que establecía las metas para la economía. Así nació el método de la planificación estatal imperativa.
El plan fue criticado por sectores del bolchevismo. Entre otros, Trotski calificó a este sistema, en forma irónica, como “capitalismo de Estado”.
Nace la Unión Soviética: la Constitución de 1923 estableció las bases del Estado soviético.
El Estado fue proclamado como Unión de Repúblicas socialistas Soviéticas (URSS); el Partido comunista fue establecido como el único partido legal (inaugurando el Régimen de Partido Único) y el poder estatal pasó a residir en tres instituciones: el congreso de los Soviets (de convocatoria anual), el Comité Central o Soviet Supremo (parecido a los parlamentos occidentales) y el Presídium, equivalente al poder ejecutivo.
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